El valor del ciclo Crear-Medir-Aprender.

Debemos estar conscientes que la era del cambio y la innovación ya llegó, se instaló en nuestras mentes haciendo conexión neuronal tan sencilla como si solo se tratara de encender el contacto de una lámpara; llegó, se instaló y cada día evoluciona.

Las circunstancias que vivimos en pandemia y pos-pandemia, de las cuales ya todos somos conscientes que en el ámbito social y empresarial, nos han llevado a cambiar en cierta medida y forma, el uso de los recursos, la operación, comunicación y marketing, así como el desarrollo y creación de nuevos productos y servicios; aplicar cambios, ajustes y toma de riesgos que en el pasado jamás los habríamos contemplado. Esto no puede ser implementado con la misma mentalidad, las mismas prácticas, propósitos y objetivos que antes de esta pandemia.

Podemos cuestionarnos el cómo debemos tomar la decisión de invertir recursos en una idea, un producto, una estrategia, la integración de un nuevo equipo (externo o interno) o tan solo un ajuste de nuestra actual forma de operar y dar servicio, sin correr el riesgo y miedo permanente de que "no funcione".

Si tenemos presente este diagrama, nos daremos cuenta que no se trata de invertir los recursos, sobre todo tiempo y dinero, en el 100% del desarrollo, ejecución y creación de una idea. Debemos estar preparados para empezar el desarrollo desde un mecanismo que nos ayude a ir validando, si la premisa que buscamos cumplir realmente puede funcionar antes de dedicarle todo el tiempo y los recursos necesarios. Para lograr este aparente sencillo modelo, pero valioso en su desarrollo, se requiere romper con los siguientes paradigmas:

• No buscar un resultado económico en esta etapa
• Creer y sentirse seguro de que tienes la mejor idea
• No presionarte por obtener el mejor diseño o presentación
• Prohibido obsesionarse a cumplir indicadores, esto te puede decepcionar
• Preocuparse por cumplir cabalmente con el recurso destinado al proyecto

De nada nos sirve creer que tenemos la mejor idea, cumplir con una imagen, con indicadores o estar preocupados por el presupuesto al desarrollar un producto o en las mejoras de tus servicios de algo que a nadie le interesa. Lo que realmente importa es validar la idea y obtener conocimiento aprobado a través de este proceso.

Para quienes ya han trabajado con nosotros, saben perfectamente que siempre vamos de menos a más en las estrategias y el uso de los recursos; no podemos generar grandes estrategias y campañas si no estamos seguros de qué es lo que el consumidor realmente valora y aprecia de tu empresa, pero, sobre todo, tener la certeza de que esté dispuesto a pagar por ello. De esta manera evitamos el despilfarro de los recursos y terminamos encontrando estrategias sencillas y funcionales.

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